viernes, 8 de abril de 2011

NAUI reconoció a Poseidón - Escuela de Buceo

Hace apenas unos minutos me acaba de llegar un correo de NAUI y grande fue mi sorpresa cuando vi el contenido del sobre. Nuestra certificadora ha decidido reconocerle a Poseidón Escuela de Buceo la categoría de Centro Oficial de Entrenamiento NAUI.

Este reconocimiento me llena de felicidad y orgullo y me impulsa a seguir trabajando para poder ofrecer más y mejores servicios a los alumnos de la Escuela, y de esa forma poder posicionar a NAUI y a Campeche en el mapa grande del buceo en México.

Aquí les muestro el diploma que llegó y que será exihibido en el nuevo aula que estoy construyendo para todos nosotros.
Buenos buceos!!
Gustavo

martes, 5 de abril de 2011

SEA EXPERTO EN BUCEO EN TRES DIAS!!!

No me pueden negar que este título es un excelente gancho comercial.
Esta semana un amigo me acercó una publicidad que le llegó vía correo electrónico en la que se ofrecía convertir a una persona en experta en buceo en tan sólo 3 días. Este tipo de engaños publicitarios no me sorprenden en lo absoluto. Desde hace muchos años la actividad de buceo sufre una constante degradación en la calidad de formación de nuevos buzos. Las ofertas para certificar a una persona en el transcurso de un fin de semana se multiplican por millones y son moneda corriente en los centros turísticos y hoteles ubicados en zonas de buceo. De todo modos debo admitir que esta oferta es novedosa: en este curso “expreso” de tres días el candidato no sólo se certifica sino que además se convierte en todo un experto.
Nadie en su sano juicio puede honestamente creer que en 3 días aprendiendo una nueva actividad, cualquiera que ésta sea, pueda convertirse en un experto. Yo llevo 16 años buceando, 8 como profesional, he tomado media centena de cursos, todos los días leo y sigo formándome en todo lo relativo a esta actividad y sin embargo todavía tendría dudas en afirmar mi condición de experto si alguien me preguntara.
¿Existe una explicación para estas cosas? El buceo es una actividad humana, y como tal no escapa a la realidad que vivimos. Actualmente el ser humano se ha transformado en un exigente demandante de productos y servicios, y el planeta se ha convertido en un inmerso mercado donde todo se intercambia por una simple suma de dinero. No sólo eso, pareciera además que todo debe conseguirse de forma inmediata y con el menor esfuerzo. Es decir, los logros raramente se deben al merecimiento. No me interesa hacer un análisis ético o moral de esta situación (tampoco creo que este blog sea el marco adecuado), sólo pretendo marcar una realidad incontrastable: hoy queremos todo rápido, fácil y si es posible barato.
Lamentablemente - o afortunadamente, no lo sé – el buceo es una actividad compleja, que se lleva a cabo en uno de los ambientes más extremos de la naturaleza, para el cual no tenemos ni la más mínima preparación como especie. Muchas son las limitaciones que debemos superar para realizar la actividad de forma correcta. Esas limitaciones están dadas por la condición física del individuo (no todo las personas se encuentran en aptitud para bucear) y su preparación teórica y práctica. Incluso existe una limitante meramente económica, ya que esta es una actividad que no está al alcance de todas las billeteras.
Pero suponiendo que gozamos de buena salud y una abultada cuenta bancaria, lograr afianzar todos los conceptos teóricos y sentirnos cómodos desarrollando todas las habilidades acuáticas que exige el buceo es un proceso lento que no se logra en un período breve de tiempo. Sólo por mencionar un ejemplo, el dominio absoluto de la flotabilidad, del cual dependen muchos aspectos de la seguridad del buzo bajo el agua, se logra sumando muchas inmersiones en nuestra bitácora.
Es decir, en el caso del buceo este tipo de ofertas son sumamente peligrosas, pues presentan a la actividad como algo simple y que cualquiera puede hacer. Entonces mi consejo es que resistan la tentación de pensar que en 3 días pueden convertirse en expertos en buceo pues lo más probable es que tengan experiencias muy desagradables debajo del agua, en el mejor de los casos. Tomen cursos serios, con instructores preparados –todos nos damos cuenta quien sabe de un tema o quien no- y enfocados en la seguridad de los alumnos. Y por sobre todo, disfruten también el camino del aprendizaje que es muy lindo y enriquecedor.
Probablemente los cursos buenos y serios sean más caros, extensos, exigentes y cansadores, pero sus resultados se reflejarán en el agua. Es como cuando salen a cenar afuera: ¿qué prefieren, una económica hamburguesa con papas en un local de comida rápida de la cual se arrepienten al día siguiente o gastar dinero en un elegante restaurante, donde son bien atendidos y saborean un delicioso plato?
Yo me quedo con la segunda opción… ¿Ustedes?