lunes, 28 de febrero de 2011

Curso NauiTec - Cuarta y Ultima Parte

Miércoles 19 y Jueves 20 de enero de 2011

Estos fueron los días centrales de nuestra semana de buceo técnico en Cozumel. Realmente vinimos a la isla para realizar estas dos inmersiones: buceos profundos con trimix.
Después de una exhaustiva y metódica preparación y planificación decidimos llevar a cabo el siguiente plan de buceo: el miércoles haríamos un buceo a 48 metros en el arrecife “Colombia” y el jueves, llegaríamos hasta los 60 metros de profundidad respirando una mezcla trimix 16/28 (16% O2, 28% He) en el arrecife “Punta Sur”.
El clima se seguía portando extremadamente bien con nosotros y el mar se encontraba de muy buen “humor”, por lo que las condiciones fueron excelentes para ambos días de trabajo.
De acuerdo a los estándares y procedimientos de NAUITec todos los buzos que planifiquen entrar en descompresión deben contar “obligatoriamente” en superficie con un asistente que se denomina Technical Support Leader  - TSL (Líder de Soporte Técnico). La creación del TSL como parte necesaria de un grupo de buceo técnico se origina en el análisis de accidentes que NAUI ha realizado para delinear los estándares de este tipo de buceos. Los analistas han notado que una de las causas de los accidentes es la falta de una persona en superficie que pueda asistir a los buzos debajo del agua y que pueda coordinar las tareas en el caso de una emergencia. El TSL tiene la responsabilidad de llevar a cabo varias tareas: en primer lugar hace una revisión minuciosa del plan de buceo y se asegura que todos los miembros del “dive team” conozcan el plan y lleven una copia consigo durante la inmersión; revisa al detalle el armado de los equipos de cada buzo y corrige, en caso que sea necesario, cualquier problema. Asimismo una vez que los buzos entran al agua, el TSL controla  el “run time” –o tiempos de inmersión- y se mantiene en superficie con su equipo de buceo completamente listo para que, en la eventualidad que uno de los buzos lance su boya roja que indica emergencia, pueda descender y asistir a la persona que lo necesite.
En nuestro caso el TSL designado fue Martín Guglielminetti, una persona altamente confiable debido a su vasta experiencia como buzo. Puedo decir que si estos dos buceos fueron tan placenteros, se debió en gran medida en el hecho de saber que Martín estaba pendiente de todos nosotros, por lo que desde este blog te vuelvo a agradecer todo tu apoyo querido amigo.

El TSL, haciendo la última revisión de equipos

Plan del primer buceo profundo

             



Pues bien, una vez hecha la revisión del equipo y del plan de buceo, llegó el momento esperado. Los cuatro integrantes del grupo nos empezamos a equipar en forma pausada y silenciosa. Se podía notar en ese mutismo que nuestro estado de concentración era total.

Concentración final antes de saltar al agua

Saltamos al agua, hicimos una última revisión entre los compañeros en busca de algún escape de gas e iniciamos el descenso… 15 metros, 20 metros, 30 metros. Aquí nos detuvimos un minuto para asegurarnos que todos estábamos bien y seguimos…

Cayendo en busca de los 60 metros

40 metros, 50 metros y por último llegamos a nuestro objetivo, los 60 metros de profundidad. La sensación es de absoluta calma, lo único que interrumpe el profundo silencio es el ritmo pesado y acompasado de nuestra respiración. Sobre nuestras cabezas tenemos 7 atmósferas de presión y gracias al helio que estamos respirando los signos de narcosis son prácticamente nulos. Al ver hacia arriba se tiene una visión surrealista de las formaciones coralinas. El coral en esta zona está completamente sano y prístino, signo inequívoco de la ausencia de presencia humana, aunque lamentablemente, esa misma falta de presencia ha favorecido la invasión de peces león, ya que se los puede ver en gran número y tamaño.
Los escasos quince minutos que tuvimos de fondo pasaron rápidamente e iniciamos el lento y pausado ascenso hacia la superficie. La velocidad de ascenso es crítica al respirar helio por lo que nos mantuvimos muy atentos a nuestro plan de descompresión que incluyó diez paradas respirando nuestra mezcla de fondo y una última a los 6 metros de profundidad respirando oxígeno al 100% para favorecer y aumentar la salida de gas inerte.
Llegamos a superficie, donde nos esperaba Martín ansioso, quien nos corrigió puesto que nos habíamos excedido en tres minutos de nuestro plan de buceo original!! A pesar de este pequeño detalle regresamos al barco felices por la experiencia y muy satisfechos por el plan y su ejecución, que se llevó a cabo al pie de la letra.

Perfil del buceo a 60 metros
Como ambos días sólo realizamos un único buceo, tuvimos tiempo suficiente para completar las sesiones teóricas que restaban y para realizar el examen teórico, que aprobé satisfactoriamente, por lo que ya puedo decir oficial y orgullosamente que soy un buzo técnico.
Nos quedaban dos días de placer por delante, el viernes aprovechamos para hacer lo que más nos gusta, es decir bucear. Nos fuimos al norte de la isla donde buceamos el “Paso de las Águilas”, en busca de las famosas rayas águilas moteadas, que suelen frecuentar los arrecifes de la isla en esta época del año. Fue el final ideal para esta inolvidable semana de buceo entre amigos y colegas, que compartimos la misma pasión, filosofía y amor por esta actividad.
Nos despedimos tristemente, no sin antes empezar a soñar con nuevos proyectos y planes para seguir explorando el mundo subacuático.

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